Sara desde Zaragoza me pidió una nueva versión del leopardo degradado, en tonos que evocan una puesta de sol estival: fuscia, naranja pasando por el amarillo hasta llegar al blanco.
Y en la visera una letra que ella misma me pasó.


Sara desde Zaragoza me pidió una nueva versión del leopardo degradado, en tonos que evocan una puesta de sol estival: fuscia, naranja pasando por el amarillo hasta llegar al blanco.
Y en la visera una letra que ella misma me pasó.